Como
sujetos individuales debemos ser conscientes de nuestro alcance en pro de la
ciencia y la sociedad sin afectar nuestra conciencia moral.
El
Dr. Jorge Núñez Jover, profesor de CTS de la Universidad de la Habana y director
de posgrado de la universidad de La Habana en su escrito (Rigor, objetividad y
responsabilidad social: la Ciencia en el encuentro entre Ética y Epistemología)
nos hace referencia a varias evaluaciones e interpretaciones de la ciencia
desde la ética y la epistemología:
- "También es pertinente el ingrediente epistemológico del realismo: en principio es posible tener "buenas razones" para escoger entre teorías o diferentes cursos de acción en la ciencia. La ciencia no es una actividad arbitraria, no todo vale…
- Los conocimientos son construcciones sociales pero fuertemente ancladas a la realidad: tienen que servir para explicar, predecir, manipular. Y a través de esos procesos se ponen a prueba.
- Me parece justa la tesis del relativismo moderado: es preciso comprender la conexión entre los conocimientos y el contexto social, cultural. La objetividad es un proceso que se construye a partir de marcos conceptuales, paradigmas, contextos de comunicación, adscripciones disciplinarias, consensos.
- La ciencia (y mucho más la tecnociencia) no es sólo una actividad teórica, es una actividad social, institucionalizada, portadora de valores, cultura. Hay que comprender la inscripción histórica, social y cultural de la ciencia.
- La ciencia es un proceso social profundamente relacionado con la tecnología, lo que acentúa la influencia sobre ella de muy variados intereses sociales, económicos, políticos, entre otros. Las fuertes interacciones entre ciencia, tecnología e intereses impiden disociar la ciencia de sus metas e impactos.
- No existe teoría de la ciencia desvinculada de una teoría de la sociedad. La sociedad puede ser vista como un conjunto pluridimensional donde cada fenómeno, incluso la elaboración de conocimientos, cobra sentido exclusivamente si se le relaciona con el todo: el conocimiento aparece como una función de la existencia humana única; función de la actividad social desenvuelta por hombres que contraen relaciones objetivamente condicionadas; del carácter de esas relaciones depende la producción y orientación social de la ciencia.
- Las prácticas científicas y educacionales siempre se relacionan con ideales epistémicos, por tanto ellas requieren de una permanente "vigilancia epistemológica" que se apoya no sólo en el conocimiento científico sino en el conocimiento sobre la ciencia.”[1]
Podemos
decir que el fin de la ciencia es altruista, son los medios los que se pueden
definir como éticos o no éticos, el servicio de la ciencia y la tecnología no
debe verse relacionado con fines egoístas o individualistas, el progreso es
colectivo y en colectivo de debe juzgar si los métodos utilizados fueron los
más adecuados, ya que somos parte de una sociedad y a los largo de la historia
queda demostrado que somos mejores cuando avanzamos en comunidad hacia un mismo
objetivo, la ciencia, tecnología e investigación se construye
multidisciplinarmente y hay un consenso ético que determina si el medio o los
métodos son aceptados socialmente.
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